El e-commerce y los almacenes 3PL (logística de terceros) se enfrentan a un conjunto único de retos debido a la naturaleza dinámica de las compras digitales y a la presión por ofrecer una experiencia rápida y eficiente al cliente. Las estanterías de los almacenes deben poder adaptarse para satisfacer pedidos de diversos canales, como tiendas digitales, tiendas físicas y cibermercados. Las empresas 3PL necesitan sistemas y procesos de almacenamiento flexibles que funcionen a la perfección y, al mismo tiempo, mantengan bajos los costes.
Al abordar estos retos y adoptar nuevas tecnologías, los almacenes de e-commerce y 3PL pueden garantizar una experiencia del comprador fluida y eficiente, lo que contribuye de manera directa al éxito de la empresa en el competitivo panorama del comercio minorista digital.